martes, 8 de abril de 2014

De Ronde en vivo

Hace años, meses, días que sueño con esta carrera. Y ha llegado el día. El ansiado momento de vivir De Ronde al lado de los adoquines. Nos dirigimos de Bruselas a Oudenaarde cogiendo dos trenes. El primero hasta Gante dónde ya se empieza a notar el ambiente. Primeros sombreros vikingos, gorras con el logo de la carrera, gente con neveras (cargadas de cervezas, cómo no) y muchas banderas nacionalistas con el archifamoso León de Flandes. También un símbolo del ciclismo. En el tren sólo hay un tema de conversación. Ya sea en flamenco, francés, inglés, italiano, español o catalán. Ciclismo. Puro y duro.

Llegamos a Oudenaarde. La ciudad que acogerá la llegada ya se encuentra totalmente engalanada y ansiosa por celebrar este día. Todo está bajo control. Sin sensación de caos. Los autobuses gratuitos ya esperan para acercar a los aficionados a los diferentes puntos de la carrera. Los más demandados los muros de Paterberg y Oude Kwaremont. Son 20 minutos de trayecto. 20 minutos que no puedes dejar de mirar por la ventanilla. Casas engalanadas con banderas. Jardines que sirven de barbacoas. Zonas Vip… Por fin llegamos a Kwaremont, lugar por dónde la carrera transitará hasta 3 veces. Perfecto. Son las 11 de la mañana, aún quedan 2 horas para el primer paso de los ciclistas pero ya hay mucho, mucho ambiente. Nos dirigimos casi a la cima del muro. Hay instaladas media docena de carpas de animación, con comida y bebidas, además de una gran pantalla gigante para no perder detalle de toda la jornada.

La gente está muy preparada. Sillas plegables, incluso sofás hinchables, mesas, más neveras…y muchos de ellos equipados con sus respectivos maillots. Incluso los más pequeños. Cómo si se tratara de un Barça Madrid. O lo que sería lo mismo, un Cancellara Boonen. El belga no llega en su mejor momento a la cita, así que las esperanzas flamencas están en que alguien sea capaz de destronar a Spartacus.
Descendiendo el muro unos cuántos metros en sentido opuesto a la dirección de carrera se llega al pueblo de Kwaremont. La fiesta es aún mayor, con los bares repletos de fans con sus cervezas, entonando cánticos indescifrables y más pantallas gigantes. Todo está a punto. Sólo falta el coche que anuncia la llegada de los ciclistas al grito de   “Rodaniaaaaa” por megafonía. Sí, así 6 horas. Pobre conductor. Que sufrimiento. El ruido de las bicicletas y coches golpeando el pavé es indescriptible. Igual que ver las caras de sufrimiento de los últimos del pelotón. Cómo aprietan los dientes. Tiran de riñón para no quedarse aún. Demasiado pronto.

En unos segundos todo ha pasado. Coches, motos, ciclistas, helicópteros…pero aún quedan dos ocasiones más de disfrutarlos. Cuándo se esté decidiendo la carrera. Y que hay que hacer para pasar el rato? Pues eso…beber más, estar atento a la pantalla y entablar más conversaciones de ciclismo con tus “vecinos” de Inglaterra, flamencos o incluso uno que ha venido expresamente de Texas! No le pregunté por Armstrong, no quería arruinarle el día…

El último paso de los ciclistas es el que despierta más fervor. El público se vuelve realmente loco. Con todos. Sin excepción. Aún más con los belgas y especialmente Boonen. Una vez ha pasado la cabeza de carrera y con sólo 15km para el final, las cunetas se vacían en un segundo y todos se concentran delante de la gran pantalla. Hay mucha tensión y nervios esperando el desenlace. 3 compatriotas contra un suizo. Y gana Cancellara. El suizo. En territorio enemigo que sabe reconocer al campeón y su esfuerzo. La mayoría de ellos le aplaude después del agónico sprint. A pesar de su derrota. Pero todo es deportividad. Compañerismo. Es ciclismo.

La vuelta a casa no será amarga para nadie. Todos han disfrutado de un enorme día. El día más esperado del año para ellos. Su fiesta nacional. La fiesta del ciclismo. Vivir de Ronde, un sueño hecho realidad.


 

martes, 25 de marzo de 2014

Manneken cervecero

Un país que tiene como símbolo un chavalín que se pasa el día meando, sólo puede tener una bebida como bandera. Sí. Ese zumo de cebada enemigo de las vejigas más pequeñas. Bélgica y sus cervezas. Un censo elaborado en 2013 constató que en el país de los adoquines se producen cerca de 1.300 tipos de diferentes cervezas! Una barbaridad. Cientos de marcas diferentes, de todos los gustos, sabores y aromas.


Pedirse una cerveza en Bélgica no es como tomar una caña de Estrella. ¡Con todos mis respetos! Es todo un ritual. Cada cerveza para su momento adecuado. Cada sabor y textura para su paladar. Sólo hace falta darse una vuelta por el centro de Bruselas para darse cuenta que los belgas aman su bebida. No hay terraza, mesa o mano sin ella. Además, cada marca viene con su correspondiente vaso –o casi todas-. Es difícil encontrar cervezas en los surtidores de los bares. Todas ellas son servidas en botella y con su respectivo vaso.
Su historia se remonta a la época medieval. Por aquel entonces estaba prohibida la ingesta de bebidas alcohólicas. Pero debido a que muchas aguas de manantiales no fuesen potables –o en algunos casos envenenadas - permitió la redacción de una orden que permitía el consumo de estas bebidas. Los monjes fueron quienes aprovecharon esta circunstancia para empezar a elaborar el preciado líquido. Las que hoy se conocen como las cervezas Trapistas. Aquellas elaboradas en monasterios trapenses y que tiene que cumplir una serie de requisitos marcados por la Asociación Internacional Trapense si quieren lucir el logo “Authentic TrappistProduct” (ATP).


En Bélgica se encuentran 6 de ellos que producen las Chimay, Westmalle, Orval, Rochefort, Achel. Y  la Westvleteren por encima de todas. La botella puede llegar a costar 8 euritos. Aún no he tenido el placer de llevármela a la boca. La que sí he catado es la Bush. La que se dice que es la cerveza más fuerte en Bélgica. 12 grados tiene la amiga. Al beberla me recordó a aquella “Dragoon?” que servían en el Pub Excalibur de Tarragona años A. Y ya sabemos cómo acababan las noches después de 2 pintas de esas. Ah, bendita la cerveza y que ganas de expulsar Mi agüita amarilla como dirían los Toreros Muertos. A su salud!
http://www.youtube.com/watch?v=65mkv5__Bk0

domingo, 29 de septiembre de 2013

Lágrimas de plata


El Mundial de ciclismo de élite masculino tuvo un final muy cruel para Purito y Valverde. Después de recorrer 272km en un circuito infernal y con una lluvia torrencial acompañando a los ciclistas hasta los últimos quilómetros...el sol apareció y con él, el arco iris, que se acabó enfundando el portugués Rui Costa. Imponiéndose al sprint a Purito y Valverde haciéndose con la medalla de bronce. Hasta ese punto parece el relato de una tarda más que notable para el ciclismo español. Y lo tendría que ser. Pero no está teñida de oro. Por falta de fuerzas de uno o por la equivocación de otro. Y ya está la polémica servida.

Los rostros de los ciclistas en el pódium, y sobre todo, las lágrimas inconsolables de Joaquim, demuestran el poco sabor a gloria que tienen sus resultados. Hasta la última vuelta, la selección que dirigía Javier Mínguez ni se había mostrado en carrera. No fue hasta el último paso por la ascensión de Fiésole dónde el catalán aceleró, rompiendo el pelotón de los favoritos. Era el ataque bueno. A pocos metros se formó un grupeto de persecución con Nibali, Rui Costa, Valverde y Urán. Éste último enterraría todas sus opciones en una caída. Una vez pasado el último repecho de 600 metros con rampas del 16%, Purito fue neutralizado. Y lo volvió a probar. Se marchó solo otra vez para intentar desgastar el máximo a los rivales y probar una llegada al sprint con Alejandro, o bien, jugársela con su ataque. Parecía que la situación estaba controlada y que los dos españoles harían oro y plata. Hasta que Rui Costa decidió moverse. En ese punto, Valverde debió saltar a su rueda. Pero el murciano se quedó con Nibali. No hizo ni el intento de salir. No tenía piernas. Y es comprensible. Después de 270km en las condiciones que se habían hecho... Pero todo el mundo es libre de criticar, insultar y señalar culpables des del sofá recién levantado de la siesta. O des de una sala de prensa.


Señores, la táctica era buena y se estaba llevando a cabo a la perfección. Pero en el justo momento dónde se decidía la carrera no se pudo rematar. Y no hay que darle más vueltas. No son máquinas. Son ciclistas que han pedaleado más de siete horas completamente empapados y que arrastran miles de quilómetros de toda la temporada. De ahí las lágrimas de Purito. De frustración. De rabia. De agotamiento. 

jueves, 22 de agosto de 2013

Alaska, la última frontera

Desaparecido en el mundo. En la última frontera. Allí dónde deseabas estar. Tú, una sola compañía y naturaleza. Montañas, nieve, glaciares y fauna. Una sensación de paz e inmensidad irrepetible. Las aguas de un río empiezan a abrirse paso entre el hielo acumulado de un largo invierno frío. Un grupo de jóvenes lo contempla mientras se intentan calentar las manos con una pequeña hoguera. Llueve finamente pero es una delicia dejar penetrar ese aire frío en tu cuerpo.

Una pequeña taberna se llena de conversaciones sobre la vida y el tiempo. Regadas con cerveza y sopa caliente. Sonrisas y algún que otro lamento. Pero se espantan los malos augurios con un brindis y una mirada de complicidad. Son casi las doce de la noche pero la luna se resiste a visitarnos. Es muy tímida y no tiene ganas de jugar. Ella prefiere dormir en verano.

Una carretera cubierta de nieve nos adentra en las entrañas del fin del mundo. Las montañas cargadas de ese polvo blanco nos saludan. Quieren que estemos allí y al final se muestran con todo su esplendor. Completamente desnudas. Sin ninguna sábana de nubes. Gracias. Emoción y felicidad. Unos sentimientos que no quiero que se marchen de mi interior. Y más aún al poder contemplar esas tundras. Kilómetros blancos de nada pero que conforman el paisaje más bello que existe para los sentidos. Y doy gracias por estar solos. Es nuestro momento para saborearlo y guardarlo con candado en nuestra retina y memoria. Pero de repente nuestra compañía se ve interrumpida. Nos olvidamos que no estábamos solos. Rodeados de los habitantes de este paraje. Los animales. Ciervos, alces y otros pequeños nos hacen un guiño y nos invitan a sus casas siempre y cuando les respetamos. Lástima que ese día el jefe de todos aún parece que duerme. Es un poco perezoso el oso.

Que placer poder caminar por el manto blanco y sentir cómo el frío te acaricia el rostro. Tú ríes, ella te abraza. Y todo se paraliza. Felicidad dicen que se llama.

A nuestro paso nos encontramos pequeños pueblos que empiezan a despertarse con el fin del invierno con la compañía de los rayos del sol. La gente nos saluda y muestran su simpatía. Los otros habitantes del lugar. Un placer hablar con ellos mientras sostienes una taza de café caliente. Porque sus historias te dejan, una vez más, helado. No quiero ni imaginar cómo es vivir repetidos inviernos ahí fuera, en una casa de madera, sin electricidad ni agua y con la sola compañía de tu perro. Mis respetos y mi admiración.


Un contraste con el ritmo de la ciudad. No nos queremos ni parar. Queremos descubrir más el lado salvaje y natural. Y así llegamos a un precioso pueblo que nos regala una de las postales con más contraste y belleza. Imaginaros el Océano rodeado por gigantes montañosos con nieve en sus cumbres. Horas contemplándolo sentados en una playa. ¿Lo véis?

El último regalo emerge entre las aguas heladas del Pacífico. Dicen que son ballenas asesinas. A mi me parecen los animales más hermosos que he visto jamás. Un grupo de Orcas nos acompaña en nuestro viaje mientras delante de nuestros ojos un glaciar se va resquebrajando lentamente...

Alaska, la última frontera.

martes, 20 de agosto de 2013

Hasta siempre, Euskaltel

Euskaltel Euskadi se nos va. Era un fin anunciado que hoy se ha concretado. El equipo (con la firma telefónica cómo única patrocinador) ha dicho basta. No me quiero ni imaginar lo que deben pensar ahora mismo esos cientos de miles aficionados vascos que aman a su equipo y lo han seguido alguna vez de su vida por las carreteras norteñas y pirenaicas. Ellos, junto los corredores y todos los miembros técnicos del equipo son los principales afectados por esta muerte ya anunciada. A nosotros, los aficionados, sólo nos queda lamentarnos y darles nuestro pésame. Y utilizo palabras fúnebres porque el pelotón se quedará huérfano la temporada que viene. Es la pérdida de un ser querido y respetado tanto por la afición cómo los propios profesionales. 20 años en la carretera son muchos. Ni la historia ha permitido salvar al equipo más longevo.

Hacía mucho tiempo que se conocía la situación de ahogamiento del equipo. El cambio de filosofía trayendo corredores extranjeros para seguir estando en la élite puede haber sido el detonante final. Pero también la falta de apoyo de las instituciones y empresas privadas en los momentos claves para completar los 9 millones de euros de presupuesto para una temporada. 91 millones menos de lo que se quiere pagar por un solo jugador de fútbol.

El deporte español se está desvaneciendo. Todas las esperanzas se centran en los malditos juegos de Madrid, pero por el camino ya hay un reguero de víctimas importantes. Instituciones y clubes deportivos que ven cómo su futuro corre serio peligro mientras los que dicen ser amantes del deporte y comunicadores de él se centran y conforman en tragarse que Messi tiene nauseas y que Cristiano luce nuevo look. No se dan cuenta del drama que representa que un equipo como Euskaltel desaparezca. No sólo por la parte profesional sino también porque afectará a todo el ciclismo vasco y español. Con la desaparición de los naranjas podría verse seriamente dañado el proyecto de la Fundación Euskadi. El último trampolín que los chavales tenían para alcanzar el sueño del profesionalismo. Sin ello no hay esperanza. No hay ilusión. No hay ciclismo.

Sigamos echando la vista atrás en aquel maldito Tour del 98 y todos los posteriores. No enterremos nunca el tema del dopaje de aquella época...para qué? ¿Para no apostar por un futuro limpio? ¿Para no apostar por los jóvenes con proyección? ¿Para no apostar por un estilo de vida? ¿Una pasión?


Para Euskaltel Euskado ya es tarde. La Vuelta España será su despedida y ojalá los Samuel, Antón, Nieve etc... nos brinden un grandioso espectáculo y se marchen tocando el cielo ciclista teñido de naranja. El camino hacia él subiendo las montañas siempre lo ha estado. Y lo seguirá estando. No me cabe la menor duda. Pero al aficionado vasco le faltará su equipo. Su orgullo. Una parte de su corazón. 

Hace dos años escribí este post después de que Igor Antón ganara la etapa de la Vuelta España que acababa en Bilbao. Sin duda, uno de los momentos más emocionantes de los últimos años.

martes, 6 de agosto de 2013

El Pantani más personal

Hacía tiempo que quería abordar el mundo del "Pirata" Pantani pero hasta ahora no había tenido tiempo. Deseaba devorar la obra "Un hombre en fuga" traducida al castellano de la mano de la editorial Cultura Ciclista. Quería conocer la vida del Panta, sus inicios, su carrera, sus triunfos y derrotas y sobretodo el porqué de su fin. Este libro me ha transportado a su mundo y ahora siento mucha más admiración hacia su figura. Y mucha pena. Una profunda pena.

Su historia empieza cómo muchas otras. Un muchacho con pocos recursos pero que de repente, una bicicleta se cruza en su camino. El gusanillo del ciclismo le devora por dentro hasta que cumple su sueño de ser profesional gracias a su talento en las cumbres. Pantani fue y será un ídolo. Por su genio y personalidad sobre ruedas. Pero pocos conocían al verdadero Marco. Su familia y unos pocos allegados. El caso de su Mánager y amiga Manuela Ronchi, quién nos acerca su trágica biografía juntamente con el periodista Gianfranco Josti.

Un hombre débil que necesitaba demasiadas motivaciones para competir. Su amor por una mujer le hizo volverse demasiado loco en numerosas ocasiones. Acusaciones de dopaje, fraude deportivo incluyendo visitas a los tribunales. Malas influencias personales... demasiadas cargas para una mentalidad frágil que no pudo soportar el peso de la fama. La gloria de ser un ícono. Tenía la majestuosidad de un imponente castillo de arena. Pero esa arena, blanca, se lo llevó por delante arrastrado por un Tsunami. Cocaína era su nombre. Su único refugio en los días de desesperación. Un refugio que  no le pudo dar su amada bici, aquella que después de la temporada del 98' (la del doblete Giro Tour) se convirtió en una losa muy pesada. Ese año fue su gloria deportivo. El siguiente fue el inicio de su entierro profesional y personal. Durante la disputa del Giro del 99 en el que era líder, un control sanguíneo desveló unos niveles de hematocrito por encima de lo permitido. Il Pirata fue descalificado.

Panta se dejó ir y no pudo escalar esa montaña nevada. Un hombre en fuga nos conduce poco a poco por esta cumbre. Con curvas y pendientes de drama con porcentajes salvajes endurecidos aún más por el mundo ciclista. Con todo lo que conlleva. Aficionados, compañeros, directores y periodistas. En definitiva, una sociedad que nunca supo la verdad -o no quiso saberla- y sólo se quedó con sus casos de dopaje y su muerte por sobredosis. El morbo de la vida.  Si fuisteis admiradores del gran Marco no dejéis pasar la oportunidad de conocer su vida personal más allá de los focos mediáticos. 

domingo, 14 de julio de 2013

Y a Froome ya lo acusan



Instantes después de que lanzara su demoledor  y brutal ataque para deshacerse de Alberto Contador, y se podían leer algunos mensajes acusando a Chris Froome de no ir limpio. El más fragrante el del jefe del equipo de Contador, Oleg Tinkov. La subida al Mont Ventoux ha sido sencillamente una obra de arte. Una oda a ese ciclismo que tanto nos gusta. Con ataques prácticamente a pie de puerto. Y dónde son los mejores los que dan la cara. El líder quiso responder de forma implacable a todas las críticas que han llovido a su equipo por su debilidad. Lo cierto es que hoy estuvo bien arropado y Porte hizo de las suyas recordando la exhibición de hace una semana.

Froome ha hecho una subida exquisita y ha ganado con la autoridad que atesora en el Tour. Y por eso ya se ha llevado los primeros comentarios. Señores, pasemos página y dejemos de sospechar de cada ciclista que gana o toca el cielo con una heroicidad. Dejemos de lado esa parte oscura del ciclismo y centremos en hablar de victorias, historias personales, de la gente que llena las cunetas o de los niños que sueñan en convertirse en sus ídolos algún día.

Hoy mismo también se ha conocido la noticia de que el atleta Tyson Gay ha dado positivo en un control realizado fuera de competición. Además, cinco jamaicanos son sospechosos, entre los que se encuentra Asafa Powell. No es la primera vez que el atletismo se ve envuelto en estos oscuros asuntos. Pero la repercusión mediática no es la misma que con el ciclismo. La trampa sí. 

En fin, que este es el cuento de nunca acabar. Yo me quedo con lo que me han hecho disfrutar hoy el propio Froome, Quintana, Nieve y compañía. Que siga así